Benji, interpretado por Kieran Culkin, viaja a Polonia junto a su primo, interpretado por Jesse Eisenberg, para cumplir el deseo de su abuela fallecida. En este viaje, recorren la tierra de sus ancestros, marcada por la tragedia del Holocausto. Desde el aeropuerto J.F. Kennedy de Nueva York, se dirigen a Varsovia y parten en un recorrido emocional por distintos puntos de la ciudad, como el Monumento al Alzamiento o el antiguo cementerio judío de Lublin.

En este viaje de descubrimiento sobre sus raíces, los protagonistas se sumergen en la historia de dolor y esperanza de quienes vivieron el Holocausto. A través de diálogos emotivos y escenas impactantes, la película retrata la memoria de estos lugares emblemáticos, como el campo de concentración de Majdanek y la Sinagoga Nożyk, resistente a la destrucción.

Con un guión inspirado en la historia personal de Jesse Eisenberg, la película nos invita a reflexionar sobre la importancia de recordar y honrar a aquellos que sufrieron en el pasado. A través de la mirada de los protagonistas, somos testigos de la carga emocional que representa visitar estos lugares cargados de significado histórico y cultural.