La jornada comienza con un recorrido por el delta de la laguna, un paisaje verde y abundante que se transforma en una red de arroyos y islas. El guía destaca la magia de perderse en ese entorno acuático, donde todo cambia constantemente. Durante la travesía en kayak por el Delta Superior, se pueden apreciar alfombras de irupé y diminutas islas verdes. A pesar de la fluctuación del nivel del agua, los kayaks permiten acceder a lugares inaccesibles para otras embarcaciones.
Se destaca también la convivencia con la naturaleza y la adaptabilidad necesaria frente a los cambios del ecosistema. Se relata un incidente donde la laguna se vio dividida por una barrera de vegetación, que tuvo que ser removida por el Ejército. A pesar de estos desafíos, el kayak sigue siendo una forma privilegiada de explorar la laguna y sus alrededores.
Llegamos a la orilla de un pescador local, quien reflexiona sobre la importancia de convivir con las otras especies y agradece lo que la laguna brinda. Se menciona la diversidad de fauna y flora que habita en la zona, y la relación cercana que los santafecinos mantienen con la laguna a lo largo de los años.
La jornada finaliza en el balneario de Paraje La Costa, donde se reunen amantes de actividades acuáticas. Se destaca la importancia del río como fuente de sustento, y se menciona la presencia de flamencos rosados que atraen a turistas. La laguna Setúbal es descrita como parte del Sistema Paraná, vital para el abastecimiento de agua de la capital.
Se resalta la importancia de preservar este ecosistema y convivir en armonía con él. La laguna es un punto de encuentro para los santafecinos, que encuentran en ella un lugar de recreación y conexión con la naturaleza. El puente colgante de Santa Fe es mencionado como un emblema local que une a la ciudad con su entorno natural.